martes, 28 de abril de 2009

y sólo el silencio queda trás de tí...



y tus versos para explicarnos
para salvarnos del naufragio
para poder sostenerle la mirada a la vida
y para morir sin pavor

adios Idea, mi poeta uruguaya
mi primer descubrimiento
mi alma de otro lugar

viernes, 24 de abril de 2009

Papá...

ya nos alegramos al escucharnos, yo en mi mañana, tú en tu tardecita. No sé si lo descubriste en mi voz, que tan bien sabes descifrar. Por si acaso, te lo escribo, porque sé que eres el mejor lector de este lugar, así te lo escribo: hoy siento dolor, dolor por el abrazo que no te estoy dando. Has de saber que quisiera más que nada estar. Hoy, estar contigo. Y mis quieros y mis puedos no son la misma cosa y eso debe ser mi culpa. Y lo de siempre, te extraño mucho y muchas veces en mis días. Estoy orgullosa de ser tu hija. Proclamo tu nombre al viento para no olvidarme de dónde vengo. Esta noche brindaré a tu salud como te dije. Y te saldrá barato, prometido.
Feliz cumpleaños Papá.
Te quiere,

tu hija.

Pd. Firmo "tu hija" porque hace poco me respondiste por teléfono, "hola hija" y los problemas de raíz, identidad y pertenencia se resolvieron en un instante y bajo tu voz.

lunes, 6 de abril de 2009

tengo una pulga

Desde hace dos semanas, tras un viaje al hermoso y tranquilo campo del interior del paisito, tengo una pulga. Ella se subió sin preguntar. Primero se subió a mí y luego por inercia se subió al omnibus que me depositó de vuelta en Montevideo. Desde entonces mi vida es un infierno, me pica por todos lados, se escondé, aparece, me vuelve a picar. Tengo el cuerpo lleno de circulitos rojos, que pican y me hacen parecer un colador.

La semana pasada mientras dormía la sentí. La ira me invadió. Prendí la luz, eran las cuatro de la mañana. Me metí bajo las sábanas (a modo de tienda de campaña). La descubrí quietita en la sábana a los pies de la cama. No tenía escapatoria. Traté de agarrarla, saltó. Volví a tratar, volvió a saltar. Me desesperé, me abalancé sobre ella y ante la desesperación no me di cuenta de la abertura que dejé por donde ella finalmente escapó. Lancé improperios, me levanté, volteé el colchón, la busqué desesperada. Desapareció.

Pasan los días y yo como loca, miro en google remedios caseros anti pulgas, en mi caso anti-pulga, porque es una y ya nos conocemos las caras. Compro un inseticida para pulgas. Mascullo mi venganza. Rocío el sofá, el colchón, mi ropa, mientras observo como soldada victoriosa mi campo de batalla.

Llega el domingo. Miro una película. Me quedo dormida. Me despierta la música del final y una picazón. Levanto mi camiseta y de nuevo un reguero de marcas de picadura que escuecen y me hacen masticar el enojo.
Estoy demasiado dormida así que decido irme a la cama y seguir la lucha mañana.
LLega el lunes, desayuno, me siento a mirar mi correo cuando de repente vuelvo a sentirla. Levanto mi camiseta para verme el ombligo como quien está a punto de descubrir la prueba que le llevará a resolver el caso. Ahí está. Da unos cuantos saltos ante mi movimiento y finalmente se vuelve a posar en mis pantalones. Es ahora o nunca. Sigilosa, sin respirar, acerco mi dedo índice y mi dedo pulgar. ¡Te atrapé! La aprieto con todas mis fuerzas entre mis dedos, me asomo y sigue moviendo sus patas. Pienso en que tengo que aplastarla entre mis uñas pero me da miedo que al hacer el movimiento se me escape.
Piensa, piensa, piensa.... ¡ya está!, la voy a tirar al water. Voy al baño y como si fuera un pitcher de baysball la lanzo contra el agua del water. Se pone a nadar. Nada de ahogarse. A nadar. Tiro de la cadena una vez. Nada, ahí sigue, nadando. Tiro de la cadena otra vez, aún sabiendo que esto atenta contras leyes ecologistas vigentes. Nada, sigue haciendo crol. Voy a buscar el spray, lo hecho en el agua, sigue nadando.
Rozando mi victoria, aunque aún sin lograrla, decido llamar a alguien que me aliente. Esa es mi cubana preferida. Llamo a Ida:
- Ida, la atrapé
- Oigo, oigo...
- ¡Ida!
- Oigo
- ¡La atrapé!
- ¿Qué cosa?
- La pulga Ida, la pulga.
- Y ¿qué esta haciendo ahora?
- Ehhh, no sé, la dejé nadando en el water.
- Ve a ver.
- Bueno, luego te llamo.
Me dirijo al baño y descubro ante mi sorpresa que está escalando y a punto de alcanzar la cima del water y volver a mi vida. Nooooooooooooo, grito. Busco el spray, lo encuentro y sin piedad lo aplico insistentemente sobre su pequeño y maligno cuerpo. Va resvalando por el water, dejándose caer sin remedio hasta el agua. Sus patas empiezan a no poder moverse. Se hace un gurruñito, una diminuta bolita negra. Tiro de la cadena.
Gané. Mi cuerpo lleno de sus marcas atestigua que fui una gladiadora castigada, mas justa vencedora.
Ahora entiendo todos esos dibujitos en los que estos bichos fueron protagonistas y eran capaces de arruinar la vida de cualquiera.
Pulga, nada de simpático animal. Pulga maligna.
Aún me pica todo.

jueves, 2 de abril de 2009

del tiempo y otras medida relativas

Hoy es ayer.
Ayer es ayer.
Mañana es hoy que fue ayer.
La foto es ayer o quizá antes de ayer.
La música es otro día pasado.
Las letras tienen siglos. Incluso las que escribo son antiguas, ni hablar de las que leo.
Habito ¿habitamos? en el pasado continúo más pasado e insoportablemente continúo.

Mis medidas, mis recuerdos, lo que deseo, lo que anhelo, todo, es absolutamente ayer.
Cómo vas a preguntarme ¿qué voy a hacer? Eso pertenece a otro tiempo que no habré de conocer. Sólo creo saber un leve rayón del ayer. Y con eso debo ser.