es un montón de adentros y algunos afueras.
una suma de ayeres y unos cuantos mañanas.
En ambos casos me aferro a los segundos más que a los primeros. Pero éstos brotan aunque no les llame.
En mi cabeza como grabadas, las imágenes, los olores, los instantes. Es suficiente el leve impás de dos mundos para que vengan y bailen para mí. Yo los observo y descifro. Quisiera saber qué me quieren decir. Quisiera saber y no sentir. Quisiera convertirlos a todos en acompañantes inofensivos. Mis amigos los recuerdos. Pero no todos son trigo limpio.
Resumiendo, saber volver y volver mientras que avanzo sana y salva.
2 comentarios:
Me ha gustado lo poco que he visto de tu blog.
Por aquí me tendrás de vez en cuando.
Salud!
Los fantasmas siempre aparecen cuando no se les espera.
Qué putada, ¿no?
Publicar un comentario