jueves, 10 de diciembre de 2009

mensajes cifrados

me doy cuenta de que las palabras pueden contener mensajes cifrados hechos de instantes que no son retratados pero sí guardados. Se guardan con letras. Se elevan hasta ser guiño. Y cuando no están alrededor los objetos, ni el tiempo, ni el lugar, quedan ellas, las palabras, juguetonas e irresistibles. Las que pueden doler y pueden besar. Deben ser lo más próximo a un beso que no es un beso, lo más parecido a un golpe que no es un golpe. Hermosas las palabras cuando son bien usadas.

Un ejemplo:

Híbridas aquéllas, cuyos caminos encontrados recitan amargos de cañas y huyen en taxímetros tartamudos, bajo garúas instaladas. Una vez, dos veces y así…ciento ochenta y siete.
Fragosa distancia, dura de labrar… sagaces nosotras.
M.I.R. (Ch)

1 comentario:

Anónimo dijo...

recibo los besos y espero las cañas con emociónbesitos