martes, 12 de agosto de 2008

indignada me hallo

el mayor tesoro que poseemos sin el que todos los demás no existen es manoseado, comercializado, monopolizado, pervertido y quién sabe cuántas cosas más...la salud es nuestro talón de Aquiles y por qué no aprovecharnos de esta coyuntura.

Soy médico, tengo el poder de sanar, pero a un módico precio. Hoy más que nunca admiro y presento mis respetos a todos los médicos que con sus manos curan sin mirar a quién y sin mercantilizar nuestro bien sagrado.

Y al resto, poca cosa. Sólo un "no entendistéis nada".
Me da vergûenza tener el dinero para pagar vuestra factura.

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