Tú miras hacia delante. Yo te miro mirar. La foto dice eso, como una verdad.
Así quedamos congeladas, mientras recorro uno a uno los antes y sus promesas.
El camino me dice -sigue- y yo terca y temblorosa tardo un sin fin de segundos en dar mi primer paso. Porque yo sé que no tiene piedad ese camino. Sus viajeros nunca vuelven atrás.
Y digo adiós y ahí termina el cuento. Fuiste hermosa. Chau.
No hay comentarios:
Publicar un comentario