Pare y siéntese a conversar conmigo un ratito. Le ofrezco mate y rambla, un poquitín de existencialismo, un montón de risas, cantidades ingentes de vida y las famosas y necesarias ganas de compartir. Además podemos cantar y hasta guardar silencio.
En otro orden de cosas, para demostrar que Arantxuli es una cronopia, sin su permiso, cuelgo esta foto que me ha mandado:
Para más informes:
Avda. Libertador entre Asunción y Nueva York: mi nueva y fragante casa.
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