... y es que una mudanza estresa mucho y además parece que yo no sé tener cosas pendientes. Los saltos cualitativos y abruptos de calma no son buenos para la salud. Por eso, al pasar de la paix total, al lunes lluvioso y ventoso, sumado al martes de "cuántas cosas tengo que hacer" dan como resultado una huelga de brazos caídos a las 20:03 del mismo martes.
Cosas pendientes:
Conectar el gas
Conectar la luz
Tener una heladera que conectar
Mudar pertenencias
Tener la paciencia suficiente para hacer todo lo anterior y mucho más, en calma
Cosas anheladas:
El domingo de noche... porque así son las cosas, el día que menos me gusta del mundo va a convertirse en el mejor... para que aprendas que las cosas nunca se están quietas.
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